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Semblanza de Luis Joaquín Leira Guillermo

En contadas ocasiones tenemos la oportunidad de conocer y convivir con una persona excepcional de amplia inteligencia y cuyas cualidades contribuyeron a aportarnos variadas observaciones e información, tanto en el área de la antropología como de la vida existencial. Con Luis compartimos su carismática calidad humana y humor en paralelo con las investigaciones arqueológicas, difusión y actividades en nuestro centro adscripción, El Centro INAH Quintana Roo.

Nuestro objetivo no es presentar el curriculúm vitae de Luis, sino en forma breve, su obra como investigador del instituto en el Estado de Quintana Roo. En esta semblanza será importante exponer algunas de las labores y producción de Luis Joaquín Leira Guillermo, a partir de su inicial arribo a la Costa Oriental de la Península de Yucatán.

En tres temporadas de campo, realizados de 1979 a 1981 y dentro del Proyecto Arqueológico Xel Ha, Luis lleva a cabo la exploración y restauración arquitectónica de la Estructura conocida como “Los Pajaros”, esto por la situación de una escena de unas aves pintadas en el muro norte de un templo y con tan buen acierto que decide retirar el escombro contiguo y que cubría el mismo muro en su sector sur y revelando un magnifico mural polícromo dividido en tres motivos, siendo uno de ellos la representación del semblante de un personaje teotihuacano y fechado para el período clásico temprano (250-600 d.C.).

Durante el Proyecto de Salvamento Arqueológico Punta Piedra (1981- 1985), situado entre una extensa área selvática y colindando entre Xcaret y Playa del Carmen, Luis realiza trabajos de rescate y es en este escenario donde emprende recorridos de superficie, levantamientos planimétricos, excavaciones de unidades habitacionales prehispánicas y exploraciones en contextos subterráneos como cuevas y cenotes.

Nuestro colega, de igual manera participa en proyectos de salvamento arqueológico en el sur del estado, así lo patentizan las prospecciones de superficie que efectúa para una línea de alta tensión con la Comisión Federal de Electricidad en Xul Ha y las excavaciones de salvamento arqueológico en una unidad habitacional en Calderitas y en cuyas exploraciones se logran hallazgos de consideración, a nivel de las características constructivas de las edificaciones habitacionales del período protoclásico (100-250 d.C.), etapa cronológica escasamente comprendida.

Luis nos dejó constancia de información relevante sobre variados asentamientos prehispánicos por él estudiados, de ellos habrá que referir sus incursiones de campo en; Kantunilkín, Naranjal, Boca Iglesia, Hacienda Mundaca, Rancho Viejo, El Meco, El Rey, Yamil Lu´um, Koxol, Xcalacoco, Xaman Ha, Castillo Real, Paamul, Xa´ac, Xpuha, Akumal, Tankah, Tulum, Cobá, y Muyil.

De consideración, será el referir de una cierta presencia que Luis mantenía con dos importantes enclaves arqueológicos y para los cuales empleó varias temporadas de campo, y proceder con ello a los avances en las exploraciones y restauración arquitectónica, conectando a Tulum y El Meco y robusteciendo y mejorando sus imágenes dentro de la arquitectura del paisaje; de este último sitio, es obligatorio enunciar el hallazgo de un elemento mobiliar, el cual es particularmente valioso por su documentación que expone en el acontecimiento del sacrificio humano, ligado al testimonio iconográfico plasmado en su decoración; este elemento consiste en una piedra trapezoidal que funcionó como piedra de sacrificio (Techcatl en náhuatl –chamilbiltun en maya) que se recuperó en la Estructura 6 y que en una de sus portadas se modeló sobre una capa de estuco la imagen expuesta de Cha´ac como deidad de la lluvia, pero también con atributos de Tlaloc, como deidad de la lluvia del Centro de México.

Luis no estuvo apartado de los proyectos anuales de mantenimiento mayor de las zonas arqueológicas abiertas al público y a la conducción de esta labor de restauración arquitectónica y mantenimiento del entorno circundante, de igual manera, participa en el Programa de Empleo Temporal (PET) cuyo objetivo era el de generar oportunidades de ingreso económico en el medio rural en varios municipios del estado, en ello Luis consideró como oportuno y apropiado acierto el comprometer y contratar también a personal femenino dentro de sus proyectos.

Los continuos desarrollos turísticos e inmobiliarios constituyen un particular efecto adverso al entorno selváticos, y con ello nuestra preocupación por los elementos muebles e inmuebles de carácter arqueológico e histórico que pudiesen ser afectados por el paso de la maquinaria pesada y sus respectivos trabajos de ingeniería, aquí nuestro compañero efectúa recorridos de superficie en estos terrenos, registrando las edificaciones arqueológicas y explorando los entornos subterráneos como cuevas y cenotes, aquí es necesario considerar del apoyo, siempre apreciable, de su grupo de exploradores residentes del Poblado de Nuevo Xcan.

Nuestro entrañable Luis impartió diversos cursos de Mesoamérica y nociones generales de la civilización maya en la capacitación y formación de los grupos de guías turísticos del Estado de Quintana Roo, de igual manera, nos ilustró en incursionar en los conocimientos por la iconografía, religión y arqueoastronomía maya, la cual manejaba con mucha capacidad y conocimiento. Otro de sus trayectos en la actividad de la difusión de la cultura general la vemos manifestada en sus clases de las culturas grecoromanas, egipcia, china y sudamericana.

Al recordar la sensible pérdida de Luis y al repasar a grandes rasgos su trayectoria, quizás el mejor homenaje que podemos brindarle será el reflexionar en su contribución a la disciplina antropológica, a la cual dedicó su vida y fue uno de sus impulsores. Esta escueta presentación a su obra es una reseña reveladora a las experiencias que tuvo con los investigadores del INAH, regalándonos una bella amistad que compartió con nosotros.

Luis nace un 5 de abril de 1948 en la Ciudad de la Habana, Cuba, siendo su madre Bertha Guillermo Argaez y su padre Joaquin Leira Piñeiro, de igual manera Luis tiene una hermana mayor de nombre Zoila Guillermo Argaez y que por motivos inherentes a la Revolución Cubana emigran en los inicios de los años sesentas a la ciudad de Mérida, Yucatán. Sus estudios profesionales los efectúa en la Universidad Autónoma de Yucatán en la Facultad de Antropología, siguiendo la especialidad de Arqueología. Por un examen de oposición Luis consigue una plaza de investigador dentro del INAH en el año de 1982.

A partir del 15 de febrero de 2017 un gran vacío se percibe por la lamentable pérdida de Luis, siempre lo recordaremos como un compañero culto, generoso y honesto, tanto en su relación particular con una o varias personas y para lo cual supo cultivar en vida su recuerdo y para con nosotros, sus camaradas de profesión, nos permitió apreciarle un entusiasmo que conjunta en esencia sus raíces culturales entre el danzón y la jarana.

Créditos de las fotos: Archivo Centro Inah, Enrique Terrones, María l. Rosado y Archivo familiar Leticia García. 

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