Gracias a los estudios científicos que iniciaron en los años 70s – y que continúan despertando el interés de especialistas relacionados con las diversas prácticas médicas y terapias alternativas- el yoga ha demostrado ser una valiosa herramienta para la salud física, el bienestar emocional y mental.
A partir del 2014 se han incrementado los estudios y ensayos clínicos realizados por Centros de investigación como la Escuela de Medicina de Harvard, la Universidad de Psicología Aplicada de Alberta (en Canadá) y la Universidad de Cincinnati (en EE.UU.) que corroboraron que el yoga puede ayudar a mejorar la salud mental, reducir los niveles de ansiedad y estrés. Grupos multidisciplinarios de expertos en salud mental, medicina clínica y neurociencias confirmaron la existencia de evidencias clínicas que indican que los pacientes con ansiedad, depresión y ataques de ira mejoran significativamente al complementar las terapias médicas con las técnicas del yoga.
Los primeros testimonios acerca de esta antigua práctica provienen de un texto llamado Yoga sūtra, escrito y recopilado entre los siglos II y V antes de Cristo, en el cual se describe cómo aprovechar estas técnicas para vivir una vida más plena.
Aunque existen 4 escuelas tradicionales del Yoga (Karma Yoga, el Bhakti Yoga, el Jnana Yoga y el Rāja Yoga), este método ha evolucionado a lo largo de los siglos, dando origen a diversas escuelas que tienen variadas posturas, técnicas de respiración y mantras que siguen vigentes hasta nuestros días y que encuentran su expresión en diversas corrientes como el yoga Vinyasa, yoga Ashtanga, yoga Dinámico, yoga Iyengar, Hatha yoga, yoga Nidra, Kundalini yoga, Tantra yoga, Mantra yoga y Hatha yoga, entre otros.
Debido a que el estilo de vida moderno ha incrementado los problemas de salud mental y emocional, así como diversos síntomas y enfermedades relacionadas con el estrés (tales como presión arterial alta, insuficiencia cardíaca, diabetes, obesidad, problemas de la piel- como acné o eczema- o trastornos menstruales), se ha puesto de moda el concepto wellness en el que el yoga juega un papel cada vez más relevante.
Ante el creciente interés por el yoga en México y su expansión en Tulum y el resto del Caribe, consultamos con Jai Hari Singh, reconocido Maestro y formador de instructores de Kundalini yoga, fundador y director de la Fundación yogasomostodos, AC, quien cuenta con una experiencia de más de 40 años de práctica. Este es el resumen del panorama que nos dio sobre la vertiginosa expansión de dicha disciplina; además de algunas sugerencias muy valiosas para quienes buscan el bienestar y la espiritualidad.
En México el yoga se ha desarrollado bastante porque la mentalidad mexicana es una mentalidad devocional, la gente abre su corazón con facilidad, aunque hay mucha ignorancia al respecto, por ello es importante conocer de qué se trata de verdad. La gran devoción y tradición espiritual de la cultura mexicana hace que cuando las personas descubren los beneficios del yoga se conecten profundamente con su esencia.
Por eso es importante tener criterio para escoger a un verdadero Maestro, no es que te caiga bien, tampoco que te prometa ni garantice nada; así que hay que estar alertas ante ofertas de iluminación exprés o extrañas mezclas de diferentes prácticas espirituales, porque lo que te enseña el yoga es a enfrentar tu destino, te enseña cómo descubrir tu potencial escondido, ver como eres parte de algo más grande que tú y que la vida está dentro de ti y tú dentro de la vida, para así poder percibir y reaccionar ante cada reto y problema de una manera cada vez más consciente.
Uno de los errores más graves al buscar el sentido de la vida o la espiritualidad es hacer turismo espiritual y, cuando un Maestro te confronta, huyes, te vas con otros que te endulcen el oído: te haces budista, luego sikh, luego buscador de milagros… y así vas por la vida, sin disciplina… porque el problema eres tú mismo, no importa cuánto quieras escaparte. Así que, cuando ya lo escogiste, te tienes que quedar con tu Maestro, a menos que te quiera manipular, porque un maestro no impone, comparte; así que quédate con él pues de lo que se trata el yoga es de darte a ti mismo la oportunidad de conocerte realmente y a fondo para tomar las riendas de tu vida y no cederlas a nada ni a nadie.
En CDMX (y en todo el país) se abren y cierran muchos lugares que ofrecen diferentes tipos de yoga, pero centros de yoga formales, con instructores capacitados, habrá unos 50 CDMX – aunque no existe un censo exacto y podrían llegar a 800 o 2000 en diferentes condiciones de formalidad-.
Por sus características, Tulum es un centro cosmopolita que atrae mucha gente, sobre todo extranjeros que buscan el regreso a la naturaleza, gente que quiere vivir dentro de la Jungla como una forma de reconectarse con la madre tierra, y eso está muy ligado con la búsqueda espiritual y la meditación… Por eso hay tanta gente que se siente atraída por el misticismo de la cultura maya, expresada en sus templos; por sus paradisíacos y mágicos lugares; así como por la sabiduría que encierran las diversas terapias alternativas que se ofrecen, junto con las expresiones artísticas (como la danza y el baile) con las que muchas civilizaciones ancestrales buscaban explicar y comunicarse con lo sagrado.
En yoga, el sonido es fundamental y los mantras son parte importante de su tecnología. Por ello no resulta extraño que las prácticas yóguicas se mezclen con eventos musicales y que muchas personas busquen precisamente en Tulum el lugar perfecto para encontrar opciones que les permitan liberarse de la presión del mundo occidental que caracteriza a las grandes ciudades de Europa y USA. Por otro lado, Tulum se ha convertido en un centro neurálgico de diferentes escuelas de yoga, al grado de que forma parte de las ofertas de los crecientes servicios wellness que promueven ya muchos hoteles, apostando por incluir los conceptos de salud y bienestar integral en su oferta turística.
Hay quienes hacen yoga dos veces a la semana, pero eso no les va a permitir cambiar su estilo de vida, saben que es bueno para la salud pero, sólo cuando se vuelve un estilo de vida, automáticamente dejan de tomar drogas y alcohol, eligiendo comida saludable y dándose cuenta de cómo cada vez se sienten mejor. No se trata de que te digan cual es el mejor estilo de vida o práctica de yoga y meditación, tú debes descubrirlo porque, poco a poco, tu estilo de vida va a cambiar… y aunque haya gente que sigue con una vida disipada, cuando practican yoga, si realmente se meten en la práctica, descubrirán que no es una religión, sino una técnica eficaz para alcanzar una mejor calidad de vida, más consciencia; porque el yoga es una herramienta de transformación personal: para convertirte en tu mejor versión posible.
Por eso las enseñanzas exprés son un disparate, un engaño, algo que solo infla el ego y te hace creer que puedes desarrollar habilidades paranormales, iluminarte espontáneamente o convertirte en maestro exprés. El yoga no es una medicina instantánea, tampoco es un dogma, el yoga te enseña a observar la vida y tu comportamiento para descubrir cómo son precisamente esos comportamientos y emociones los que influyen en tu bienestar o malestar; en tu plenitud o en tu frustración; te hace dueño y creador de tu destino y (sin ser adivino) eres capaz de saber lo que va a pasar y entender las consecuencias de tus pensamientos, sentimientos y actos.
Vivimos en una sociedad que lo quiere todo rápido, sin tiempo para reflexionar o indagar; y que se cree lo que ve en las redes: si se ve bonito ya te embobaste, no quiere decir que estén mal estas redes, pero se tiene que desconfiar de las promesas de cualquier espiritualidad improvisada. No se trata solo de escuchar cosas y saturarte de información, se necesita tiempo para decantar en el consciente y en el subconsciente. No se trata de aprender cosas y acumular lecturas de textos sánscritos, se trata de experiencias de vida y de aprender a ser más feliz.Todo el trabajo del yoga es un trabajo sobre la conciencia y de cómo aprovechar las experiencias de vida y desarrollar la intuición. Desafortunadamente, en la actualidad, se mezcla todo y muchas de las propuestas terminan por convertirse en una especie de basurero de la espiritualidad.
Wellness es el estado de bienestar que todo el mundo está buscando, cada vez hay más hoteles, gimnasios y spas que lo incluyen en sus ofertas, y en Tulum se realizan importantes festivales de yoga que reúnen a maestros, alumnos y público en general interesados en mejorar su calidad de vida y la de su comunidad. Por eso debemos ser selectivos y propiciar el conocimiento de las enseñanzas que realmente estén basadas en la experiencia acumulada por siglos de prácticas y resultados, no en fantasías o la mercadotecnia.
Tulum es un lugar propicio para lograr que se convierta en un centro dinámico de la espiritualidad y el yoga; del bienestar y de un estilo de vida que no sea simplemente una moda o tendencia efímera, sino que trascienda y sirva como ejemplo para los cambios verdaderos y necesarios que requiere nuestro mundo y nuestra sociedad: todos y cada uno podemos aprovechar esta ciencia del yoga para lograrlo, porque es un arte y una ciencia para desarrollar y hacer evolucionar la mente y el cuerpo; además de entender que todos formamos parte de la humanidad, de la naturaleza y del universo mismo.
El lector interesado en conocer más al respecto puede buscar información, clases y talleres para la formación de maestros en https://yogasomostodos.org/