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Santiago Suchilquitongo, una comunidad oaxaqueña

Santiago Suchilquitongo, una comunidad oaxaqueña | Hola Tulum

Alejandro González Luengas

A escasos 30 minutos de la ciudad de Oaxaca, rumbo a México, sobre la carretera internacional Cristóbal Colón, se encuentra el municipio de Santiago Suchilquitongo.

 Esta comunidad pertenece a la región de los Valles Centrales y se ubica al noroeste del Valle de Etla, siendo sus coordenadas topográficas 17° 15′ de latitud Norte y 96° 52′ de longitud Oeste.

El población como tal, existe desde tiempos prehispánicos, siendo sus primeros habitantes individuos de linaje zapoteca,  quienes dejaron en su territorio gran cantidad de vestigios materiales. En su categoría de municipialidad, se encuentra dividido internamente en barrios y colonias y  tiene bajo su jurisdicción dos agencias municipales: Santo Domingo Tlaltinango y Santa Cruz Lachixolana.

De acuerdo al libro Toponimia de Oaxaca, del Profr. Guillermo Villa (José María Bradomín), Suchilquitongo se deriva del nahuatismo Xochiquilitongo, mismo que traducido al español significa «En los quelitillos floridos«. Lo cierto es que la población está conformada por un pequeño valle con abundante vegetación típica de los climas templados y gran cantidad de cultivos agrícolas, tales como maíz, frijol, alverja, calabaza, chile, tomate, miltomate que prosperan gracias a las lluvias y a las irrigaciones que se hacen a través de pozos artesianos practicados en el subsuelo con este fin. En este aspecto el pueblo es autosuficiente y exporta gran cantidad de dichos productos a la cercana Villa y cabecera distrital de Etla y a la ciudad de Oaxaca en los días de mercado.

Amalgama de culturas -zapoteca, mixteca, nahua y española- Suchilquitongo es un lugar lleno de tradiciones.  Aún  persisten   formas ancestrales de cooperación como el tequio y la guelaguetza, que conviven abiertamente  con  las  celebraciones religiosas impuestas por  el cristianismo en los años posteriores a la conquista española y heredadas hasta la actualidad. Tal  es el caso de las mayordomías, que ocupan un lugar preponderante dentro del marco religioso; baste con decir que en el templo católico de la comunidad hay alrededor de 21 imágenes por lo que igual número de mayordomos se hacen cargo de festejar a cada una de ellas en el transcurso del año. La fiesta titular del pueblo es la Mayordomía de Santiago Apóstol, celebrada cada 25 de julio, con la concurrencia entusiasta de los oriundos del pueblo y radicados en otros lugares, quienes viajan ex profeso en dicha fecha para poder asistir y ser partícipes de la algarabía general.

Foto de archivo INAH

Entre los sitios de mayor interés dignos de ser visitados, se encuentra la zona arqueológica «Cerro de la Campana» -o Huijazoo como se le conoce también- cuya parcial exploración ha permitido vislumbrar el impresionante conjunto de basamentos y edificios construidos en los primeros siglos de la era cristiana.

Fundado aproximadamente en los siglos IV y V antes de nuestra era por zapotecas, este centro urbano vive sus momentos de máximo esplendor hacia las centurias VII y VIII después de Cristo. Después de estas fechas, por razones aún desconocidas, el lugar es abandonado, continuando las ocupaciones pero de manera esporádica por otros grupos étnicos como los mixtecas, quienes en épocas tardías ocuparon la zona.

Foto de archivo INAH

Por su ubicación, funcionó como una pequeña ciudad situada sobre puntos elevados que le dieron una excelente visión panorámica de los alrededores y una posición defensiva estratégica. El sitio presenta basamentos de templos, palacios y otros edificios. El conjunto más grande e importante consiste en un palacio, un patio de pelota y dos conjuntos ceremoniales conformados por un TPA (templo-patio-adoratorio). Evidentemente el lugar estaba destinado para que lo habitaran los líderes y la nobleza local.

Es en este sitio donde el 23 de Noviembre del 1985 se realiza el hallazgo de la famosa Tumba 5, descubrimiento que ha sido catalogado como uno de los más relevantes en el ámbito arqueológico para la cultura zapoteca en el estado de Oaxaca y que coloca a Suchilquitongo en una posición privilegiada por albergar en su territorio tan fastuoso tesoro arqueológico.

Foto de archivo INAH

La Tumba 5 –construida en su totalidad con piedra cantera- se encuentra a 5 metros bajo una plataforma, presumiblemente restos de un templo o palacio. El acceso se logra a través de una pequeña escalinata de 9 peldaños del mismo material, recubiertos de estuco. En la parte alta de la entrada se puede apreciar un mascarón de singular belleza que representa a un jaguar (algunos especialistas opinan que se trata de una serpiente o lagarto) de cuyas fauces emerge la cabeza de un ave.

Foto de archivo INAH

La tumba se encuentra dividida en tres partes: un pequeño pórtico, la antecámara y la cámara principal. En la entrada a la antecámara se puede apreciar otro mascaron que representa un nuevo personaje.

Al fondo de la cámara principal se encuentra un pequeño nicho excavado en el muro y debajo de él una lápida genealógica en relieve, tallada con gran realismo.

Los dinteles que soportan a la tumba, tienen esgrafiados hombre-jaguares, sacerdotes y sacerdotisas. En los muros de la cámara principal se encuentran pintados jugadores de pelota lujosamente ataviados y personajes de corta estatura que parecen formar parte de una procesión

La bóveda de todo el conjunto se compone de grandes losas cuadrangulares de cantera dispuestas en forma angular a manera de un techo de dos aguas

En el interior se hallaron restos óseos de lo que parece ser una familia real que vivió entre los siglos VII y IX de la era cristiana.

Parte de la ofenda consistió en múltiples piezas de cerámica, orejeras de piedra, objetos de concha, caracoles pequeños, navajas de obsidiana, sahumadores, figuras con rostros humanos y de animales, grandes urnas, cajas funerarias con la representación de Cociyo y una pequeña efigie de un personaje mitad hombre y mitad animal.

El sitio arqueológico no es el único atractivo de la población, también puede apreciarse por los mismos rumbos el templo católico, que aún conserva sus capillas posas y la cruz atrial. A un costado de este edificio se localiza el panteón, único en su género, ya que las tumbas no están cubiertas con las acostumbradas lápidas, sino con monolitos de piedra de cantera que semejan ataúdes, los cuales se encuentran completamente esculpidos con flores y motivos religiosos.

En el centro de la población se halla el Palacio Municipal, construido en su totalidad de piedra de cantera rosa, extraída de las minas cercanas al pueblo, el cual tardó  18 años en ser erigido.

Para los visitantes ocasionales, el Museo Comunitario ubicado a un costado del Palacio Municipal, es un lugar que no debe pasar por alto, ya que en sus salas se exhiben piezas encontradas en la ya mencionada Tumba 5 del «Cerro de la Campana» y las artesanías de cantera fabricadas en la población, así como una reseña de sus 21 mayordomías.

 Quien desee visitar Suchilquitongo, únicamente debe abordar cualquiera de las corridas de las varias unidades de transporte colectivo del mismo pueblo, que parten de la ciudad de Oaxaca y que lo trasladará hasta el centro de la comunidad.

 Vale la pena hacer  este pequeño viaje.

Foto de archivo INAH
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