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El tiburón ballena

Por el Biólogo Rafael de la Parra

www.choojajauil.org.mx

La mayor agregación del pez más grande del mundo ha sido registrada por los pescadores del norte de Quintana Roo durante más de siete décadas y se sabe que ocurre, regularmente durante el verano, a unos 15 kilómetros al noreste de Isla Mujeres. Una increíble comunidad biodiversa aparece de repente en medio de “la nada”, lejos de la costa.

La mayor agregación del pez más grande del mundo ha sido registrada por los pescadores del norte de Quintana Roo durante más de siete décadas y se sabe que ocurre, regularmente durante el verano, a unos 15 kilómetros al noreste de Isla Mujeres. Una increíble comunidad biodiversa aparece de repente en medio de “la nada”, lejos de la costa.

El tiburón ballena (Rhincodon typus) es una especie en peligro de extinción.

Es el resultado de que la corriente de Yucatán es forzada hacia arriba, como un afloramiento físico, cuando golpea el escalón de la plataforma costera. El agua de mar —fría y profunda— sale a la superficie y proporciona al plancton nutrientes necesarios para florecer. Al principio, fitoplancton; luego, la sucesión toma turnos para producir concentraciones asombrosas de zooplancton.

Dado que los remolinos aflorantes se forman al este y noreste de Isla Mujeres, el atún bonito (también llamado bacoreta Euthynnus alletteratus) aprovecha esto para desovar millones de huevos de pez. Todo combinado, crea el área de alimentación ideal para los tiburones ballena, lo que trae agregaciones espectaculares. Es así como cada año, durante el verano, se reúnen más de 400 tiburones ballena, conforman la mayor concentración documentada y se alimentan de plancton y huevos de pequeños atunes.

Durante el verano, se reúnen más de 400 tiburones ballena.

El tiburón ballena es una especie en peligro de extinción. Puede convertirse en la especie insignia en la conservación del ecosistema marino en el norte de la península de Yucatán, donde se pueden observar tres especies de tortugas marinas, mantas, y seis especies diferentes de delfines. Todas ellas están bajo estatus de protección legal.

El conocimiento y la información recabada han ayudado en la gestión turística y apoyado la decretada reserva de la Biósfera del Tiburón Ballena (frente a las costas del norte de Quintana Roo) en 2009. El turismo de tiburones se ha convertido en una industria importante en México.

Con el fin de recopilar información sobre la población del tiburón ballena y su hábitat, estamos utilizando tecnología completamente nueva, que involucra seguimiento satelital en “tiempo real”, telemetría acústica, impacto de micro plásticos y comportamiento ecológico de los tiburones ballena. También se analizan efectos del turismo, que pueden ser utilizados para mejorar los esquemas de conservación.

Se alimentan de plancton y huevos de pequeños atunes. 

La investigación no es nada barata y se necesita mucha ayuda para conocer mejor la metapoblación regional, sus movimientos y sus áreas de “pastoreo”. Ha habido muchos esfuerzos y proyectos, pero la mayoría de ellos son meramente prospectivos. Un gran programa a largo plazo sería el escenario ideal para recabar la mayor cantidad de información posible, con el fin de proteger de mejor manera las especies y el ecosistema marino donde están presentes.

Entre nuestros proyectos tenemos el seguimiento satelital en tiempo real de tiburones ballena (con dispositivos SPOT 6) para ayudarnos a responder preguntas. Así sabemos que la temporada oficial comienza el 15 de mayo y termina el 17 de septiembre, aunque llegan desde abril y a veces se quedan hasta octubre.

Los tiburones ballena se dispersan cuando la comida escasea; también se alimentan de noche; viajan de manera solitaria, pero a veces se encuentran en grupos; no hay evidencias de que haya una población residente o semiresidente, aunque se han observado ejemplares fuera de “temporada”.

Durante el período circadiano (alrededor de un día), si hay alimento, comen. Asimismo, están reaccionando a los barcos y la presencia humana, hay evidencias de golpes y heridas muy considerables en algunos de ellos, otros podrían haber muerto.

Se sabe es que son ovovivíparos, se desarrollan en un huevo, el cual se rompe al nacer y esto sucede dentro de la madre.

Los «Golden trevallies» (Gnathanodon speciosus) cabalgan delante del gentil gigante, protegidos de los depredadores.

Manejamos el proyecto de comportamiento del tiburón ballena con dispositivos denominados de etiqueta abierta, que involucran un acelerómetro, un giroscopio y un magnetómetro, los cuales registran cada movimiento del tiburón al que se le ha colocado durante varias horas o hasta días.

Los resultados muy exitosos —después de implementar un dispositivo temporal alrededor de la primera aleta dorsal de un tiburón ballena para recuperarlo, con el “sharktag”, menos invasivo y reutilizable, diseñado por estudiantes mexicanos— nos alientan para obtener información adicional.

Ch’ooj Ajauil ac es una organización sin fines de lucro cuya misión es asegurar un futuro saludable y sustentable para un área biodiversa en el norte de Quintana Roo (México), lo que proporciona un fenómeno natural superlativo.

Con el objetivo principal de preservar el ecosistema y toda la vida marina donde esto suceda, a través de proyectos de estudio e investigación, Ch’ooj Ajauil ac (Señorío Azul en maya) se ha centrado en el monitoreo y la conservación del tiburón ballena.

Su misión es preservar esta área fundamental donde los procesos naturales producen un ecosistema marino vasto y rico en biodiversidad a través del sustento.

Los grupos de trabajo funcionales multidisciplinarios interactúan para preservar la costa noreste de Quintana Roo (México) desarrollando programas de educación ambiental, ecoturismo y actividades racionales o no extractivas, investigación y estudios enfocados a una gestión sustentable, con el objetivo de que el área se reconozca como una importante reserva de la biósfera de la Unesco.

Foto de portada: Fotografías de Mizael Palomeque.

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