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El Bordado Máasewal, legado histórico

Marcelo Jiménez Santos

La Zona Maya Máasewal en el estado de Quintana Roo, México, es un espacio social diferenciado histórica y culturalmente del resto de la península de Yucatán. En ella habitan los mayas que descienden de los protagonistas de la gesta heroica de 1847-1901 conocida como “Guerra de Castas” o “Guerra Social Maya”, en la cual lucharon por la libertad de su territorio y autonomía. Destaca por su riqueza cultural tangible e intangible, expresada en sitios históricos, música, danza, arte popular, gastronomía, medicina tradicional, vestimenta, formas de organización social, cosmovisión y lingüística, entre otros.

Este territorio abarca casi en su totalidad el actual municipio de Felipe Carrillo Puerto, ubicado en el centro oriente del estado de Quintana Roo, el cual limita al norte con el municipio de Solidaridad y el estado de Yucatán; al este con el mar caribe, las bahías de la Ascensión y del Espíritu Santo; al sur con el municipio de Othón P. Blanco; y al oeste con el municipio de José Ma. Morelos.

La composición indígena y mestiza de los habitantes de ésta micro-región es uno de sus rasgos más destacados, ésta constituye más del 80% del total de la población, quienes mantienen una unidad histórica y cultural y se asumen como mayas máasewales y, desde el exterior, los denominan mayas “Cruzóob” (Adoradores de la Santísima Cruz). Los bordados que realizan las mujeres de este territorio reflejan aspectos de la cosmovisión del grupo y giran alrededor de un mundo de figuras geométricas que representan motivos prehispánicos y contemporáneos.

A la llegada de la máquina de coser, a mediados de los años 50´s, se empezaron a sustituir -en gran medida- los bordados realizados a mano, predominantemente los de la técnica conocida como xokbi chuy, y los diseños geométricos se vieron desplazados paulatinamente conforme avanzaba el uso de la máquina de coser y la integración de símbolos foráneos que, junto con el desarrollo turístico masivo, representaron nuevos cambios en la vida de las comunidades.

Con los caminos abiertos hacia las comunidades, los “nuevos conquistadores y colonizadores” de la globalización y modernidad están imponiendo modernos esquemas y elementos culturales, que han propiciado un cambio en el trabajo de las jóvenes bordadoras que, organizadas por agentes comerciales en núcleos laborales tipo maquiladoras, producen bordados para atender la demanda del mercado turístico.

Sin embargo, a pesar de lo anterior, y gracias a la memoria histórica de las abuelas, las historias acerca de la gran guerra “Nojoch Báatée Tambal” no han sido olvidadas, como tampoco lo han sido los diseños de los bordados antiguos que las mujeres llevaban en sus hipiles.

Ambos forman parte de su historia, patrimonio e identidad y, ante los embates de la globalización, actualmente las jóvenes bordadoras, como las de la comunidad de “X-Pichíil” (declarado el año pasado por el H. Ayuntamiento de Felipe Carrillo Puerto como “Pueblo artesanal”) -algunas con formación universitaria- van reconociendo y revalorando en gran medida la riqueza de su patrimonio propio y están retomando elementos de su historia y cultura, propiciando con ello el resurgimiento del bordado antiguo.

a oportunidad de estudiar en las universidades, han valorado el significado que tiene la tradición del bordado para entender la vida cotidiana maya, adecuándola a los nuevos escenarios. Por ello, retomaron los bordados de sus abuelas y los están recuperando con orgullo, como parte de sus elementos de identidad, y reintegrándolos a su vestimenta en la danza tradicional maya pax.

Los bordados incluyen elementos de la vida cotidiana, como las especias que se utilizan para cocinar, además de insectos, plantas y animales con quienes comparten el medio ambiente, pero también se representan seres y elementos míticos, en donde gran parte de los diseños geométricos representan diferentes partes de las serpientes, en especial las espaldas de la boa constrictor y de la serpiente de cascabel.

Existen nombres particulares para definir un diseño como “estrella en la frente de la serpiente de cascabel” (U ek´u taanil u póol t´saab kan), y también existen nombres que abarcan a un grupo de diseños como “bordado de espalda” (pachy chuy). Muestra de ello son los bordados realizados hace aproximadamente 17 años por abuelas mayas de la comunidad de X-Yáaxley (Lugar de las hojas verdes) en el municipio de Felipe Carrillo Puerto en el estado de Quintana Roo.

El bordado maya máasewal es un legado histórico, es la presencia y voz de los mayas contemporáneos. Su escasa difusión ha propiciado que amplios sectores sociales de la entidad no lo conozcan ni tengan acceso a su valoración y reconocimiento, favoreciendo con esto que estos sectores estén cada vez más interesados en los patrones culturales ajenos, impuestos por la comercialización y la globalización, y menos interesados en los valores culturales propios.

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