Por Agustín Labrada – Editor Hola Tulum Comunicación
No hay que alarmarse por la inevitable llegada del sargazo a las playas quintanarroenses,pues, en conjunto, el gobierno, la iniciativa privada y la sociedad civil colaboran paraminimizar su impacto y aprovechan la propia alga con fines creativos y económicos.
El sargazo ya no es un obstáculo para los turistas, pues cada hotel mantiene limpia su franja de playa, y autoridades y comunidad realizan limpiezas épicas a la orilla del mar creando conciencia ecológica. Además, no simboliza un peligro para las personas.
Entre abril y octubre, aproximadamente, llegan arrastradas por las corrientes marinas islotes de sargazos al Caribe mexicano, que afectan a las playas, pero no son las playas los únicos atractivos, pues la región dispone de cenotes, zonas arqueológicas y actividad ecoturística.
Los paseos en bicicletas por caminos entre el verdor y el canto de los pájaros, ascender pirámides como la de Cobá (por ejemplo) y ver desde allí las inmensidades de la selva o sumergirse en los cenotes cercanos a la propia Cobá son en sí una inolvidable aventura.
Cenotes como Choo–Ha, Tankach–Ha, Multun-Ha y Mul’ichi Ts’on’ot, también conocido como “Ruinas en cenote” y ubicado en el acogedor poblado de San Juan de Dios, por sólo citar algunos, se abren a los visitantes con sus aguas cristalinas dentro de hermosas cavernas.
Desde los hoteles, también puede irse a la “Ruta de los cenotes”, muy cerca de Puerto Morelos con dirección a Leona Vicario: cuerpos de agua alimentados por ríos subterráneos. Los hay a cielo abierto, semiabiertos y bajo tierra, que prometen experiencias únicas.
En el contexto de esta ruta, es posible llevar a cabo actividades como snorkel y buceo,bicicleta de montaña, tirolesa, rappel, paseos a caballo, expediciones a través de la jungla y observación de aves y otros animales autóctonos, como en un exótico set cinematográfico.
Mientras tanto el sargazo avanza, pero hay un monitoreo ininterrumpido para darle seguimiento en el mar y asumir medidas de prevención, como las barreras flotantes para la mayor captura posible de esta alga antes de que llegue a la costa y manche su imagen.
Una barrera antisargazo excepcional se encuentra frente a Puerto Morelos. Las algas detienen su viaje en esta frontera, que se dibuja como una línea marrón en el horizonte, y tanto la arena como el agua mantienen sus colores: un festín para bañistas que vienen de todo el mundo.
Existen playas como las Akumal, Isla Contoy, Holbox, Chiquilá e Isla Mujeres, donde arriba menos sargazo a causa de su ubicación geográfica y las corrientes que ayudan a mantenerlas más limpias, y otras donde hay un personal activo para mantener blancos losarenales.
Recientemente, representantes de diez empresas de Holanda visitaron Quintana Roo con interés en establecer proyectos con el uso del sargazo, como materia prima, lo cual incide en la disminución del impacto ambiental de la macroalga y en utilidades de índole económica.
A su vez, el Gobierno del Estado ha venido trabajando en la regulación, a través de permisos, de acciones relacionadas con el manejo y la implementación de sitios de almacenaje temporal, así como de las plantas de aprovechamiento, lo cual genera empleos locales.
En Quintana Roo, ya existen algunas industrias que están utilizando el sargazo en pequeña escala para elaborar fertilizantes orgánicos complementarios para plantas (bioestimulantes), composta, productos de papel y cartón, y materiales de construcción, como blocks.
Sirve también para producir biogás, cosméticos (emulsionante de algas marinas naturales), pinturas, cuero y telas no tejidas veganas para la industria de la moda, bioplásticos, biofiltros que eliminan contaminantes del agua e incluso segmentos de calzado.
Asimismo, se ha podido ver potencialidad en el uso de un extracto líquido que se obtienede esta alga en cultivos de frijol, con consecuencias positivas en el tamaño de las raíces, la rapidez con que crece, la altura del tallo, la dimensión de la hoja y la intensidad del rendimiento.
En fin, se combaten estas invasiones sui generis con imaginación y creatividad, sin tregua y con la consigna de que las playas conserven su esplendor y que los visitantes puedan cumplir el sueño de conocer un entorno turístico paradisiaco de repercusiones mundiales.
Aunque sea temporada de sargazos, vale la pena vacacionar en este lado del Caribe, meterse en sus tantas lagunas, conocer las piedras antiguas que traducen huellas de civilizaciones antiguas, remar hacia los atardeceres en comunión absoluta con la con la alegría y la belleza.