Por el Biólogo Juan Canul
Asesor ambiental de la Asociación de Hoteles de Tulum.
La actividad pesquera en Quintana Roo tiene un valor económico y social. También es parte de una cadena productiva donde se generan empleos directos e indirectos, valor agregado, divisas, materia prima para otras industrias…, y es parte de la seguridad alimentaria.
La demanda excesiva ha generado un esfuerzo pesquero y tasas de aprovechamiento generalmente superiores a las que los recursos pesqueros pueden soportar, según el Instituto Nacional de la Pesca.
En la península de Yucatán, la pesquería de gasterópodos (caracoles) es considerada multiespecífica. En los estados de Campeche y Yucatán, dentro de la familia Strombidae, se capturan el caracol blanco (Strombus costatus) y el caracol peleador (Strombus pugilis), además de otras especies de las familias Buccinidae (Busycon sp.) y Turbinellidae (Xancus angulata).
En Quintana Roo, las capturas se enfocan, principalmente, en el caracol rosado Strombus gigas; las otras especies se capturan en menor escala.
El caracol rosado —cuyo sinónimo es Aliger gigas—, además de tener importancia comercial, principalmente como alimento, también se caracteriza por su importancia cultural. Su aprovechamiento se ha dado desde la época prehispánica cuando se usaba para crear herramientas y joyería.Hoy en día, en Quintana Roo, la pesca de este molusco se limita a la zona de Banco Chinchorro, por medio del buceo libre.
Este caracol es herbívoro, consume micro y macroalgas durante su vida juvenil y adulta. Por lo tanto, se puede encontrar en zonas bien iluminadas, desde las partes más someras de la zona baja de los mares hasta profundidades de entre 35 y 40 metros en aguas claras del Caribe. Existen algunos reportes del caracol rosado en profundidades de 60 metros, pero esos individuos son muy raros.
La copulación y la reproducción del caracol rosado ocurre en los meses más cálidos del año. Sin embargo, en algunas áreas, la actividad reproductiva puede suceder a lo largo de todo el año. La fertilización es interna: la hembra alcanza a poner hasta nueve masas de huevos por temporada, y cada una contiene, aproximadamente, 400 mil huevos.
Estos huevos son cubiertos con arena durante los tres o cuatro días del período de incubación para camuflajearse contra depredadores. Después de que los huevos eclosionan, las larvas velígeras se desplazan en la columna de agua entre dos y ocho semanas, dependiendo de la concentración de fitiplancton (microalgas que obtienen su energía y nutrientes a través de la energía solar por el proceso conocido como fotosíntesis), la temperatura y la proximidad con el hábitat de asentamiento.
Cuando las larvas se encuentran listas, física y morfológicamente, sufren una metamorfosis hacia animales que viven en el fondo marino, en respuesta a las cadenas alimentarias de un ecosistema, interconectadas entre sí mediante relaciones con el pasto marino, para transformarse en juveniles. Los juveniles se entierran en el sedimento hasta, aproximadamente, un año de edad. Las conchas de un tamaño entre 50 y 100 milímetros comienzan a emerger para tomar una vida encima del sustrato.
El aspecto más inusual para determinar la biología del caracol rosado es su crecimiento de concha: una vez que el animal comienza a producir su largo y destellante labio, la concha detiene su crecimiento en longitud; después, sólo crece en el labio. Además, la longitud de crecimiento de un caracol adulto puede decrecer con la edad debido a la bioerosión de la concha.
El labio comienza a abrirse a una edad de tres a cuatro años, y este proceso tiene una duración de, aproximadamente, siete a 10 meses o más. Durante esta etapa, los caracoles juveniles son considerados subadultos: individuos que inician con el crecimiento del labio, pero que aún no han alcanzado la madurez sexual.
El incremento lineal de la concha y la apertura del labio pueden ocurrir simultáneamente durante algún tiempo antes de que el crecimiento en longitud de concha se detenga y haya alcanzado el tamaño adulto.
La madurez sexual usualmente se manifiesta de manera notoria a los cuatro años de edad, pero sólo cuando la apertura del labio haya alcanzado un grosor de, aproximadamente, cinco milímetros. Quizá esto sea un año después de iniciar la formación del labio, cuando el animal ha alcanzado la longitud de concha de un adulto, pero sigue siendo sexualmente inmaduro.
El pleno desarrollo de las gónadas es otro factor importante que necesita ser considerado, ya que algunos caracoles, con un grosor de labio de más de cinco milímetros, pueden seguir siendo inmaduros. El patrón de crecimiento inusual del caracol rosado tiene un profundo impacto en la evaluación de la madurez sexual y la edad de un individuo, factores importantes en la gestión de una pesquería.
Por otra parte, el tamaño de un caracol puede variar de un área a otra dependiendo de las condiciones locales como la profundidad, el hábitat y, probablemente, la comida.
Entre las amenazas que enfrenta el caracol rosado se encuentran la pesca furtiva, el sargazo, el cambio climático y las enfermedades que pueden afectar sus células germinales.
Esta especie es importante como especie bandera: ayuda a controlar algas, sirve como hábitat de otras especies y es fuente de alimento para nosotros así como para algunos organismos marinos. La captura va en disminución, por lo que es muy importante respetar el periodo de veda, que comprende del uno de mayo al 30 de noviembre de cada año.