Por Agustín Labrada – Editor Hola Tulum Comunicación
Tulum esculpe con ritmo una nueva historia en su desarrollo y su proyección y en esto incide su Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto, que se abre al turismo del orbe, conecta a los viajeroscon hoteles de lujo y paisajes exóticos, y trae consecuencias beneficiosas para la economía regional.
Marco Martínez Amparan, gerente de operaciones del aeropuerto, afirma en declaración de prensa que para 2025 hay expectativas de que suba la cantidad de vuelos después de que 2024 cerró con el arribo de más de un millón setenta y cinco mil pasajeros a través de ocho mil quinientos vuelos de entrada y salida.
Este nuevo aeropuerto, inaugurado el uno de diciembre de 2023 por el presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene en la actualidad un intenso tráfico, sus terminales disponen de trece puertas para vuelos dentro y fuera del país, y se espera que en el futuro pueda recibir a más de cinco millones de viajeros.
Entre las aerolíneas que brindan vuelos hasta Tulum figuran, entre otras, Aeroméxico, VivaAerobus, Delta Air Lines, United Airlines, American Airlines, Jet Blue, Air Canada, WestJet, Copa Airlines, Spirit Airlines…, que redondean ciento setenta mil asientos hacia este destino, según la guía Island Life Mexico.
Algunas ciudades con conexión directa con Tulum son Tijuana, Atlanta, Ciudad de Panamá, Guadalajara, Miami, Nueva York y Ciudad de México… y hay conexiones internacionales con Houston, Dallas, Toronto… en un cauce que va abriéndose, de forma continua, a otros espacios.
Para Martínez Amparan, este fluido que asciende sitúa el aeropuerto como el segundo de mayor relevancia en el Caribe mexicano, con veintidós destinos nacionales y dieciocho internacionales, y hacehincapié, entre los más importantes, en los vuelos procedentes de Frankfurt, Alemania.
En el aeropuerto, ubicado a diecinueve kilómetros al sur de Tulum, además de taxis y autobuses que cruzan la selva hasta conectarse con la Carretera 307, que se extiende de Cancún a Chetumal, hay una moderna estación del Tren Maya, desde donde se puede viajar hacia lugares emblemáticos del sureste.
Esta dinámica hacia un entorno ecológico y bohemio seduce a visitantes con alto poder adquisitivo interesados en nuevas experiencias y ello repercute en movimientos económicos de relevancia no sólo en la industria turística, sino también en los desarrollos habitacionales y el comercio local tulumense.
En tan sólo treinta minutos en auto, desde el aeropuerto, se alcanza la Zona Hotelera de Tulum. Allí se encuentran los resorts y unas de las playas más espléndidas del universo conocido, que arrullan los rumores de la selva, donde prestigiosos chefs elaboran exquisitos platillos y se viven extraordinarias vacaciones.
El pasado año, el Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto recibió, otorgado por la Agencia de Aviación Civil, el certificado de Aeródromo Civil para Servicio al Público, por contar con las medidas de seguridad operacional y cumplir con las normas nacionales e internacionales para la aviación.
En el edificio del aeropuerto, en cuya arquitectura se sintetizan elementos de la civilización maya, se cuenta con once baños, cuatro líneas de inspección, un sistema de manejo de equipajes de última tecnología, cuatro bandas de reclamo, dos salones ejecutivos y quinientos cajones de estacionamiento.
Asimismo, hay conexión de wifi y diferentes opciones gastronómicas, desde especialidades regionales hasta cocina internacional. Raw Love Café, Beso y Tulum Beach se nombran algunos bares y restaurantes que ya funcionan allí, donde igualmente se halla un parque de juegos para niños.
Una vez en tierra, a los huéspedes les aguardan vibrantes noches en la ciudad (cada vez más cosmopolita), la zona arqueológica junto al mar y un sinfín de atractivos para la diversión y el ocio, como cenotes, tiendas especializadas en artesanías, discotecas, restaurantes, bares, paseos, aventura…
El aeropuerto ha sido un detonante y el municipio crece y lo viene haciendo en la búsqueda de un equilibrio entre un mundo urbano espléndido y sostenible, y la conservación de las bellezas naturales que son, en definitiva, el imán que enamora a tanta gente que viene aquí desde distintos países.
La propia construcción aeroportuaria generó muchos empleos y hay centenares de personas empleadas también en negocios, comercio minorista y servicios de disímiles niveles en un ámbito que gira, principalmente, en torno al turismo, en cuyas instalaciones labora una parte sustantiva de la comunidad.
En el primer cuarto de siglo del nuevo milenio, Tulum, fiel a su nombre primario en maya (Zamá), vive un gran amanecer y cuando los caminos fluyen con una buena economía y cada quien desde su puestoprotege la paz y los regalos de la naturaleza en pos del bien común, puede hablarse de un magníficoporvenir.